Veronica Tejera Rivero. Pedagoga y Técnico en Orientación Laboral.
Por
fin ha llegado esta oportunidad que tanto ansiábamos; nos han citado para
participar en el proceso de selección que nos dará la oportunidad de acceder al
puesto de trabajo que deseamos. Son momentos de incertidumbre, de nervios y,
sobre todo, de preparación: qué me preguntarán, cómo debo comportarme, cómo
debo hablar… y, sobre todo, qué me pongo.
Junto a esta pregunta se une todo un entramado de decisiones que no es más que
una manera de atender a la estrategia de
marketing personal que vamos a
utilizar para vendernos a nosotros/as mismos/as como perfectos candidatos para
el puesto. Y sí, efectivamente, decidir qué imagen física debo dar es relevante
e, incluso, en determinados momentos, decisivo para los seleccionadores/as. No
lo dejes para el final.
Ahí van algunos consejos básicos:
La
empresa valorará siempre que seas capaz de adaptarte a diferentes situaciones y
en este caso, un proceso de selección, es un momento de formalidad al que debes
dar respuesta, aunque el desarrollo del trabajo al que optas, en el día a día,
no se caracterice por dicha formalidad. Por tanto, el aspecto físico también
debe ser formal y adaptado a la cultura de la empresa y al espacio en el que has sido citado. Por
ejemplo, si nuestro objetivo es alcanzar un puesto en el sector bancario, la
formalidad se debe representar en chicos con traje y corbata, y en chicas con
pantalón de pinzas y chaqueta, faldas y/o vestidos de carácter ejecutivo.
Cuando un diplomado/a en magisterio acude a un colegio de primaria a
presentarse a una vacante debe llevar puesto prendas de ropa que le sean
cómodas y flexibles por si en una de las pruebas debe realizar alguna dinámica
utilizando material escolar y teniendo que sentarse en el suelo.
Las prendas más
adecuadas…
Una
de las reglas básicas es evitar la ropa vaquera a toda costa, ni siquiera
cuando se trata de vestidos o faldas. Sólo puede estar permitido una prenda
vaquera (principalmente pantalón) en color oscuro, sin efectos de roturas ni
desteñimiento de la tela, cuando una persona, por ejemplo, licenciada en
Ciencias de la Actividad Física y del Deporte se presenta a una entrevista en
un centro deportivo o una Ingeniera Técnica Naval que se debe presentar en un taller naval.
Las chicas tienen un gran abanico de posibilidades entre
faldas, pantalones, vestidos, chaquetas, rebecas… Es importante siempre evitar
grandes escotes y faldas por encima de la rodilla, así como que las prendas
sean excesivamente ceñidas. Cuando llevamos una manga hueca o blusa de tiros,
es conveniente acompañarla con una chaqueta o rebeca.
Los complementos que se utilicen no deben captar la
atención del otro por encima de nuestro discurso, es decir, no deben ser
excesivamente llamativos y que hagan ruido.
Llevar
zapatos de tacón siempre estiliza y favorece el modelo de ropa que llevemos.
Sin embargo, éstos no deben ser con plataforma ni demasiados abiertos. Un tacón
mediano, siempre es la mejor opción.
Siempre favorece una camisa con un pantalón de pinzas o
“chino”. Cuando la entrevista se realiza en un espacio un tanto informal, se
puede sustituir la camisa por un polo. La chaqueta es ideal para los entornos
más formales y la corbata sólo cuando debamos llevar traje.
Es importante el calzado, evitando el uso de deportivas,
aún cuando éstas sean de color oscuro y de un material que, a priori, nos
parezcan muy elegantes.
Es muy habitual que los chicos se dejen barba pero no es
adecuado aquella que entendemos como “de tres días”. Por el contrario, debe ser
una barba bien arreglada.
Colores…
Lo más habitual es escuchar que es favorable llevar
colores lo más neutros posibles, destacando el negro, blanco, gris, azul, beige…
Frente a la elección del color más idóneo ten en cuenta que no debes llamar
excesivamente la atención, por tanto, elige aquel que te permita pasar
desapercibido, que vaya acorde con la temporada
y que te favorezca por tu color de piel, por tu estilo personal… ¡No
existe una norma única ni cerrada!
Tatuajes, piercings…
No sabemos, hasta que llegue el momento, a quiénes vamos
a tener delante, qué factores van a valorar como positivos o negativos, cuáles
son sus opiniones y creencias al respecto, etc. Por tanto, es adecuado
mostrarse lo más imparcial y neutro posible. Evita enseñar tatuajes y quítate
los piercings visibles. Cuando el puesto sea tuyo, ya podrás proponer cambiar
esta primera imagen.
Y lo más importante…
Lo más importante es que tu imagen te permita mostrarte
cómodo/a y natural; que te ayude a mantener tu personalidad, aún teniendo
presente el protocolo propio de estas situaciones.
Si tienes dudas, no conoces la empresa ni a nadie que
haya trabajado allí, siempre tienes la opción de algunos días antes, pasarte a
la hora de la entrada y salida de los trabajadores/a para observar cuál es su
imagen en su puesto de trabajo.
No olvides que siempre se valorará que cuando salgas de
la sala, en ella quede tu esencia.
¡Mucha suerte!
......yo estoy de acuerdo con todo el protocolo que con lleve una entrevista pero cada uno tiene que llevar su propia esencia, sino no sería uno mismo....saludos Federico
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo por eso el final pone que tenemos que dejar nuestra esencia cuando salgamos de dicha sala. Un besote Carmen.
Eliminar