ESTRÉS LABORAL: QUÉ HACER PARA PREVENIRLO.

En la actualidad, nos hemos familiarizado con  la palabra “estrés” y cada vez la oímos con más frecuencia. Pero ¿qué es estrés?

Se podría definir a grandes rasgos, como una reacción ante una serie de acontecimientos ambientales a los que no nos podemos enfrentar con nuestras propias habilidades de afrontamiento. Con lo cual nuestro organismo buscará la manera de adaptarse a esta nueva situación, intentando movilizar los recursos que tenga al alcance. Pero en este proceso surgirán una serie de reacciones fisiológicas (taquicardia, problemas gástricos) y emocionales  (ansiedad, ira, depresión).

El Síndrome del Burtout o del Quemado es la forma más crónica de estrés laboral, algunos síntomas son el agotamiento o la percepción de ineficacia en el trabajo, entre otros.



La mejor manera para no llegar a este extremo y tener una vida laboral saludable es ejercitando o mejorando nuestras habilidades de afrontamiento.

Para empezar, hay que hacer un pequeño recordatorio, porque seguro que no será la primera vez que leas lo siguiente.  Si pretendes tener una vida laboral saludable tienes que intentar llevar también una vida sana, y esto incluye una dieta equilibrada, ejercicio físico moderado y procurar tener un descanso reparador.

Una vez alcanzado el objetivo anterior, sería bueno practicar una Técnica de Relajación. Hay varias y puedes escoger la que mejor se adecue a tus necesidades. Puedes ir a un psicólogo o una psicóloga, o incluso a algún centro de yoga o meditación, donde también pueden enseñarte a controlar tu respiración, entre otras técnicas. Otras habilidades a mejorar serían:

La Solución de Problemas, quizás la forma en la que te enfrentas a los problemas no sea la más eficaz y siempre se pueden aprender otras formas que te ayuden a fortalecer esta habilidad tan importante, no sólo a nivel laboral sino también para otros ámbitos de tu vida.

La Organización de las actividades en tu trabajo es primordial. Cómo me dijo hace muchos años una compañera pedagoga, distribuye tus tareas en importantes y urgentes y has primero estas últimas pero no te olvides de las primeras, porque si no se te convertirán en Urgentes e Importantes. Las agendas, los post-it, las alarmas o cualquier otra herramienta útil para este fin, pueden ser tus aliadas para ir realizando tus mil y una actividades diarias, sin dejar nada atrás.  

Y sobre todo  organizarte te ayuda también a rentabilizar tu tiempo. A la mayoría no nos gusta perderlo y si lo evitamos nos ahorramos esa pequeña frustración.

Organización también fuera del trabajo, hay que cuidar el ocio en compañía o en solitario, y por eso también hay que dedicarle un tiempo a esas actividades que tanto te gustan. No vale decir que adoro mi trabajo, porque cuando hacemos algo durante tanto tiempo sin variar, hace que esa actividad que tanto te gustaba pierda su valor reforzante. Así que, no te olvides que también hay que disfrutar de todas esas pequeñas y grandes actividades que te hacen ser feliz.

Davinia Mª Suárez Déniz. Psicóloga.

Correo electrónico: dasuade@gmail.com